Al final del día,
Cuando, la magia de la noche ocurre,
y nos desprendemos de las caretas que nos colocamos para el mundo,
cuando por fin,
nos quitamos el disfraz que poseemos y nos desprendemos de todo mal y prejuicio,
allí, entre la luz de las estrellas y el universo infinito,
sigo siendo tan tuya, como tú eres mío.

Aire.

Le falta el aire, tinta y papel se desparraman desde su ser, la piel casi traslúcida en la pálida noche resalta la desnudes que lleva consigo.

Sola, extasiada, pero sola.

La espalda expuesta hacia la ventana le da un aspecto fantasmal.

¿En donde habrá quedado aquella fogosa chica que amaba ser?

Cierra los ojos un instante, siente como el aire comienza a llenar sus pulmones nuevamente, despierta, otra vez, otra vez y otra vez.